Manuel Ruiz – Psicólogo
Sobre mí
Estudié Psicología por vocación, ya que desde mi adolescencia sentí una gran curiosidad por comprender los problemas emocionales que podemos tener las personas en nuestra vida. Al descubrir cómo la Psicología ayuda a comprender cómo se originan estos problemas y cómo solucionarlos, supe que podría hacer de mi trabajo algo valioso y lograba ayudar a otras personas a comprender y mejorar su vida.
Desde que comencé mis estudios en psicología, me he formado, y continuaré haciéndolo, en problemas relacionados con la ansiedad (ataques de pánico, miedo a las enfermedades, fobia social, fobia a conducir…), depresión, dependencia emocional, duelo ante la pérdida, autoestima, regulación emocional, dolor crónico, asertividad, estrés en el trabajo y problemas de pareja.
¿Cómo trabajo?
Mi método de trabajo busca cierto equilibrio entre una terapia estructurada, guiada por objetivos; y la flexibilidad, para poder adaptarnos a los imprevistos que puedan surgir durante las diferentes sesiones.
En este momento, todas las sesiones son de forma telemática, a través de la plataforma que te sea más cómoda como Skyppe, Google Meet o Videollamada de Whaatsapp
Las primeras 2-3 sesiones las dedico a evaluar los problemas que quieres trabajar y a partir de ahí, comenzamos con la intervención a través de ejercicios, información y reflexiones para producir un cambio positivo en tu situación.
En cuanto a la frecuencia de las sesiones, recomiendo que las primeras sesiones sean semanales, para que puedas entender cómo se mantiene el problema y puedas comenzar pronto a notar cambios y mejoría. Comprendo que acudir semanalmente a terapia puede ser costoso, por ello planteo la flexibilidad de tener las sesiones cada 2-3 semanas cuando ya vayas ampliando tus herramientas.
Las sesiones tienen una duración 50 minutos y sólo necesitas un dispositivo con cámara y acceso a internet para poder realizar la sesión. La extensión de la terapia puede durar entre 5 y 25 sesiones, pero dependerá de tus objetivos y los problemas que quieras abordar.
¿Por qué terapia online?
Los psicólogos sabemos que no hay diferencias significativas entre las sesiones de forma presencial y online para la mayoría de los casos, pero comprendo que en un primer momento genera rechazo tener una sesión a través de una pantalla. Por eso te dejo 5 ventajas que ofrece este tipo de servicio con ejemplos reales para que te puedas decidir.
1. Tener sesiones de terapia sin limitaciones geográficas
Una de las ventajas más notables de la psicología online es su accesibilidad. A diferencia de la terapia presencial, que a menudo requiere viajar y coordinar horarios, te permite acceder a terapia desde cualquier lugar del mundo siempre que tengas conexión a internet y un dispositivo. Esto es especialmente beneficioso para aquellos que viven en áreas remotas o tienen movilidad limitada. Este formato me ha permitido ayudar a J con su ansiedad social y miedo al rechazo mientras vive en New Jersey, entrenar a D en asertividad e identificando patrones narcisistas en sus relaciones de pareja mientras viajaba por trabajo a Orlando, Los Ángeles o India; y acompañar en el proceso de duelo a E desde un municipio en la sierra de Madrid
2. Comodidad y flexibilidad
La psicología online ofrece una comodidad difícil de igualar. Puedes programar las sesiones en momentos que se adapten a tu agendas, eliminando la necesidad de ausentarte del trabajo o interrumpir otras responsabilidades. Esta ventaja ha permitido a J encajar las sesiones a las 9:30, después de dejar a sus hijos en el colegio y antes de su ruta en bici de las 12:00.
3. Mayor privacidad y confidencialidad
La confidencialidad es un pilar fundamental en la terapia. Con la terapia en línea, puedes sentirte más cómodo compartiendo tus pensamientos y sentimientos, desde la naturalidad y familiaridad de tu casa. Recomiendo tener a mano auriculares, elegir una habitación donde no vayas a tener interrupciones y un horario en el que no vayan a encontrarse los convivientes en casa.
4. Reducción de barreras estigmatizantes
Aunque a estas alturas debería haber dejado de ser un estigma acudir a un profesional de la psicología, para muchas personas la estigmatización asociada con buscar ayuda psicológica es una barrera importante. Podemos reducir esto gracias a la terapia online al proporcionar un grado adicional de anonimato, lo que hace que sea más fácil si sientes temor al juicio de otros o que puedan verte al entrar en una clínica física.
5. Simplemente, os acaba gustando más
En mi experiencia, la mayoría de personas empiezan muy reacias a tener sesiones online diciendo frases como «es demasiado frío», «no es para mí», » no va a ser lo mismo»… Y comprendo que en un primer momento se pueda sentir de esta manera, pero cuando lo probáis, no hay vuelta atrás! Recuerdo cuando A empezó de manera presencial y con estas mismas preocupaciones. Pero por enfermedad pidió hacerla por videoconsulta y le encantó. Pudo comprobar que la calidez y cercanía se mantenían con la ventaja de que podía estar en pijama en su casa y sólo volvimos a vernos en sesión presencial para nuestra sesión de despedida y darnos un abrazo.